Museo Judío en Berlin

El museo judío de Berlin, espectacular construcción del profesor de arquitectura polaco-norteamericano de origen judío que hasta entonces había realizado una sola obra Daniel Libeskind.

Museo Judío de Berlin

Es realmente un lugar digno de visitar. El museo convierte a la historia judeo-alemana en una experiencia sensorial, formula nuevas preguntas y estimula a la reflexión con gran carga simbólica. El autor buscaba resaltar las sensaciones de vacio y ausencia. Sin duda conmigo lo consiguió, me dejó verdaderamente muy impactado.

El museo judío de Berlin

Garden of Exile:

El "Jardín del Exilio", cuyo nombre oficial es Josef Hoffmann, es un gran cuadrado situado en el exterior del edificio donde hay 49 pilares de planta cuadrada dispuestos en cuadrícula. El número 49 simboliza el año de fundación de Israel, pues se fundó el año 1948, es decir, durante el 49º. Éstos son de hormigón y huecos, rellenados con tierra de Berlin (salvo el central, rellenado con tierra de Jerusalén) y coronados con vegetación. El suelo del Jardín está inclinado con la pendiente siguiendo la diagonal, los pilares son perpendiculares a este suelo, y éstos están cortados paralelamente a su base. De esta manera, es obvio que los pilares también están inclinados. Andar por dentro de este “bosque” de pilares coronados con plantas resulta incómodo por culpa de la inclinación diagonal que hay en el suelo, de tal manera que no coincide con ninguna “calle”. Esta molestia es un objetivo perseguido por el arquitecto. El jardín no tiene vía de escape, simbolizando al exilio una forma de prisión sin puertas.

El Jardín del Exilio Museo Judío de Berlin




Holocaust Tower:

La "Torre del Holocausto" es aquella pequeña construcción que originariamente se constituía por tres torres exteriores al edificio principal. Tiene una planta con forma de cuadrilátero puntiagudo y sus fachadas son de hormigón visto. Es ciega y solo tiene un hueco vertical colocado en la parte superior del vértice de sus paredes más agudo. Es por ahí por donde entra la única luz que hay en el interior de la torre, y el acceso a la misma se realiza por un pasillo del sótano.

Y por último comentar la exposición “el Vacío de la Memoria”, que contiene una instalación de Menashe Kadishman, consistente en 10000 caras de hierro similares a candados sobre los que el visitante debe caminar, produciendo un ruido metálico aterrador.







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